En enero del 2009, un grupo de profesionales chilenos llegó a la meseta de la cordillera de San Pedro de Dalcahue, ubicada en Chiloé. A 700 metros de altura, en un sitio eriazo y de difícil acceso, buscaban comprobar en terreno la capacidad eólica de la planicie. Tras una serie de mediciones de gran complejidad técnica, constataron que la fuerza del viento en las alturas cordilleranas tenía suficiente potencial eléctrico.

El proyecto, que replica otros modelos exitosos en el mundo, abarca 3.000 hectáreas e incluye 18 aerogeneradores en una primera etapa ya construida, con una potencia instalada de 36 MW, y una segunda etapa de 13 aerogeneradores con 65 MW de potencia. De esa forma, la obra de ingeniería alimenta al Sistema Interconectado Central (SIC) con 101 MW de potencia. Con esta potencia la generación de energía renovable del Parque Eólico San Pedro excede las necesidades energéticas actuales de toda la Isla Grande de Chiloé.

El proyecto, contempla una inversión de USD 432 millones y considera la habilitación y operación de 31 aerogeneradores de 2,00 Mw y 5,00 MW de potencia, logrando una potencia instalada total de 216 MW. Tiene una vida útil estimada de 20 años, sin considerar una puesta a punto de los equipos mayores. La energía que genere será inyectada al Sistema Interconectado Central (SIC) a través de la Subestación Chiloé, ubicada en Castro, en las cercanías de Dalcahue, unos 21 kilómetros al noreste del área del proyecto.

Este contrato supone un importante hito ya que se trata del primer suministro de máquina de 5 Mw. en el mercado latinoamericano.

Actividades desarrolladas:

• 13 cimentaciones: Gamesa G128/5000 (potencia 5 000 kW, diámetro 128 m).
• Gestión e implantación de la Instalación de Faenas.
• Ampliación de Subestación.
• Viales internos del parque.
• Red colectora de media tensión subterránea.
• Restauración del parque.
• Acondicionamiento de vial de acceso las compuertas.